Se trata de un alfa-hidroxiácido (AHA) natural que actúa como exfoliante en nuestra piel.
Al eliminar las células muertas en la capa superior de la piel, acelera su regeneración, obteniendo un cutis con piel nueva, cada día.
Gracias a su poder curativo, borra los signos del daño como manchas de sol, por acné, pecas y mucho más.
Mejora la hidratación y aumenta la producción de colágeno.
Ayuda frente a la resequedad de la piel, el eczema y la psoriasis, así como también, las verrugas, la piel áspera y la rosácea.
Al ser un exfoliante que actúa químicamente, no dañará tu piel como un exfoliante con gránulos lo haría.
¿Cómo usar? Aplica un par de gotas sobre tu piel limpia, distribuye suavemente con los dedos y deja que se absorba por completo. Evita el contorno de ojos y labios. Utiliza únicamente por las noches. Este suero puede ser usado diariamente.